Rendirse suena a derrota, a debilidad, a abandono. Creemos que con nuestra fuerza de voluntad nos bastamos y continuamos hasta terminar exhaustas. Damos vueltas en círculo, nos golpeamos con la misma pared, la mente entra en bucle y no vemos la salida.
¿Y si rendirse no fuese una mala opción? ¿Y si rendirse simplemente fuera confiar en otra fuerza superior? ¿Y si nos abrimos al misterio?
Prueba a ver qué sucede.

El apego en las relaciones, ¿causa de sufrimiento?
¿El apego es necesario en las relaciones adultas? ¿Si tengo apego a mi pareja, voy a sufrir? ¿Soy dependiente emocional por vincularme esperando que el